El mango tiene una forma ovalada o alargada, con una piel gruesa y rugosa que varía en color según la variedad, pudiendo ser amarilla, anaranjada, roja o verde. La pulpa del mango es de color amarillo o anaranjado, y tiene una textura suave y jugosa con una semilla grande y plana en el centro.
El sabor del mango es dulce y tropical, con notas de piña, melocotón y naranja. La fragancia del mango es intensa y exótica, lo que lo convierte en una fruta muy aromática. El mango se consume principalmente crudo, pelado y cortado en rodajas, aunque también se utiliza en una variedad de preparaciones culinarias, como ensaladas, salsas, jugos, batidos y postres. Es una fruta versátil que se puede disfrutar sola o combinada con otros ingredientes en platos salados o dulces.
El mango es una excelente fuente de vitamina C, vitamina A, vitamina E y vitamina B6, así como de minerales como el potasio y el magnesio. También contiene antioxidantes y fibra dietética. Se le atribuyen numerosos beneficios para la salud, como fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, promover la salud de la piel y los ojos, y contribuir a la salud del corazón.